Los hondureños dejamos de llevar una vida calmada, llena de paz desde que “el presidente” Manuel Zelaya quisó
- Nuestras Fuerzas armadas
romper el orden constitucional, debilitando todas las instituciones democráticas, al dejar de enviar el presupuesto general del estado al congreso para su revisión y posterior aprobación.
Lo que Zelaya buscaba era “darse un golpe técnico”, y resurgir nuevamente al poder a través de una cuarta urna. Lamentable hecho que retrocedió a Honduras en el tiempo casi medio siglo. En esté editorial, les demostraré a los de la resistencia quienes son en realidad ellos y que papel es el que juegan en esté engranaje político.
Comenzamos por Manuel Zelaya Rosales, un hombre frío y calculador, enamorado del puesto preponderante que desempeñaba al ser el primer ciudadano de Honduras. El Artilugio de una cuarta urna venía a socavar los cimientos de la democracia , esta era su treta para perpetuarse en el poder.
Para esté tiempo Zelaya había recortado casi por completo el presupuesto al ejercito nacional, cosa que no debería o debió hacer, dado que vivimos entre países “hermanastros”, que poco les ha faltado declararle la guerra a nuestro país. Hemos tenido una infinidad de problemas con ellos, más con el Salvador y Nicaragua.
De los cuales esté último como si fuera potencia mundial, se ha propuesto hacerle más difícil el reintegro a Honduras como país miembro de la organización de Estados Americanos (OEA), con puros pretextos que caen dentro de la niñería,y faltando al respeto que se merece Honduras como nación. Pero ¿Qué se puede esperar de un tipejo como Daniel Ortega? si es de los más burdo que ha parido esté mundo.
Los vende patrias son otros que están en el tapete político , personas que con el ánimo de enriquecerse, no les importa el destino de está nación, antes tierra de grandes hombre, hoy tierra de granujas.
Hablan de golpes de estado militar, cuando la constitución es clara al decir “que nadie está obligado a obedecer una orden que sea para cometer un delito”, el seguirle el juegos a Manuel Zelaya era y es, cometer esté y otros delitos, mismos que abordaré mas adelante.
Todos sabemos quienes son los vende patrias, personas de izquierda de cabeza caliente, que en el ocaso de sus vidas están causando mucho daño a las generaciones futuras. Nadie ha pensado en esto, tal parece. Muchos se alegran que Honduras sea fuertemente castigada, pero jamás piensan que ese castigo es para ellos también como parte de la colectividad que conforma nuestro pueblo.
De una u otra forma de que haya salido el vende patrias, está más que bien hecho, analizado y bien razonado su comportamiento.
Nuestra constitución es clara, en la forma de cómo se pierde la calidad de presidente. Manuel Zelaya llenó todos los requisitos, su amistad con el dictador de Venezuela, era más que cuestionable. ¿Cómo puede comer del mismo plato con el enemigo número uno de la paz mundial?.
Algo que no me puedo explicar, es ¿por qué el pueblo le ha hecho tanto caso, después de robarse más de seis mil millones del erario nacional? Incluso el dinero para erradicación de la pobreza se fue a su bolsillo.
Ahora entendamos una cosa, una de las finalidades de las fuerzas armadas, es precisamente el de proteger la constitución y sus leyes, y para tal caso Manuel Zelaya, andaba haciendo malabares fuera de la ley. Eso siempre lo hizo, atropellar los derechos de los Hondureños para saciar sus mezquinos deseos.
Entre las cosas que puede apuntarse está el máximo de los crímenes, el de la alta traición a la patria, terrorismo, seguidos por la sedición, enriquecimiento ilícito, violación en exageradas veces de la constitución de la república, actos vandálicos llevados a cabo por su insistente necedad de volver al poder cuando esté ya lo había perdido por sus infames e injuriosos actos de una escandalosa y total corrupción.
Lea mañana la conclusiones y el fin del drama de los hondureños, y como agitadores de oficio se encargan de exacerbar los ánimos.
El Cronista Nuevo Siglo 